Salmos 130:1-5

A ti, Señor, elevo mi clamor desde las profundidades del abismo.  Escucha, Señor, mi voz. Estén atentos tus oídos a mi voz suplicante.  Si tú, Señor, tomaras en cuenta los pecados, ¿quién, Señor, sería declarado inocente?  Pero en ti se halla perdón, y por eso debes ser temido.  Espero al Señor, lo espero con toda el alma; en su palabra he puesto mi esperanza. Salmos 130:1-5 NVI

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